Realizamos un estudio detallado de los procesos de manipulación de alimentos, desde la recepción y almacenamiento hasta la preparación y servicio.

Verificamos el cumplimiento de las normas de higiene, la adecuada temperatura de almacenamiento y la correcta manipulación de equipos y utensilios.

Evaluamos la calidad de los ingredientes y productos revisando los proveedores, los métodos de control de calidad de los productos recibidos, así como la frescura y la procedencia de los alimentos utilizados en los diferentes platos.

Verificamos los sistemas de control de inventario, el manejo de desperdicios y mermas, así como el cálculo de costos de los platos ofrecidos.

Identificamos áreas de mejora para reducir los costos operativos y maximizar la rentabilidad.

Observamos la interacción del personal con los clientes, realizamos una revisión de los protocolos de servicio y la retroalimentación directa de los clientes.

Analizamos aspectos como la ambientación del lugar, la comodidad de los espacios, la presentación de los platos, la variedad y coherencia del menú, así como la capacidad de adaptarse a las preferencias y necesidades de los clientes.